Nueva publicación de Esic Editorial: El coleccionista de saludos. La comunicación con los famosos
Por Juan Ramón Plana Pujol y Belén Boville Luca de Tena.
Una reflexión sobre el saludo, sobre la comunicación no verbal, sobre el sentido del tacto y el protocolo. Trata de todo aquello que decimos con nuestro cuerpo, nuestra forma de andar y de movernos. Experiencias curiosas, interesantes e instructivas de Juan Ramón Plana recogidas y canalizadas por Belén Boville.
Madrid, mayo de 2016. Cómo te presentas, con qué energía, con qué brillo en los ojos, depende solo de ti. En breves líneas, utilizando los apretones de mano como excusa, y como si se tratara de spots de 20 segundos, este libro nos muestra el aspecto más emotivo y humano del encuentro con personas famosas.
Se necesita talento, sensibilidad y un sexto sentido innato para comunicar en un momento crítico, lo que se denomina "elevator pitch" o presentación en 12 segundos, como si fuéramos en un ascensor y en solo esos instantes hubiéramos de convencer a un desconocido.
Singular y divertido viaje en busca de la esencia del saludo, el más genuino de los procesos de comunicación humana. El saludo puede ser un momento fugaz, que pase inadvertido, pero hay quien logra convertir esos momentos y muchos otros aparentemente triviales, en una experiencia. Pequeños relatos, todos ellos sugestivos, surgidos o relacionados con la persona objeto de cada apretón de manos.
Existen palabras y gestos mágicos que abren puertas, inauguran amistades y nos permiten relacionarnos en armonía con el universo... Abrámoslas.
ISBN: 9788416462988
Págs.: 329
Precio: 20€
Foto portada del libro en formato digital en alta resolución y más información:
Paloma Remírez de Esparza
ESIC Editorial
91.452.41.33 | paloma.remirez@esic.es
ESIC Editorial dona un ejemplar de esta publicación al Centro de Documentación Publicitaria de lahistoriadelapublicidad.com
Nota de Sergio Rodríguez, del Centro de Documentación Publicitaria:
Miles de personas en este planeta coleccionan sellos y monedas. Algunos, con la idea de venderlos años más tarde y poder retirarse con ello. Están equivocados, no da para tanto. Otros, en el extremo opuesto, coleccionan sobres de azúcar. Quizás la colección más ridícula que conozco. Y luego hay un apartado especial, el Olimpo del coleccionismo, que está destinado a personas como mi buen amigo Juan Ramon Plana.
Él colecciona saludos. Siempre ha sido un tío listo. Sabe que con esa colección el rédito es inmediato, el summum. Cada pieza que forma parte de su recopilación, le hace más grande por dentro, le nutre de experiencias que permanecen inalterables hasta el fin de los días. Como si estuvieran envasadas al vacío, intactas. Su antología de saludos no ha sido solo un acercamiento a personas relevantes para él; ha sido un lifting continuo del espíritu. Y va sumando y sumando. Además, tiene otra suerte: nunca tiene piezas repetidas y estas son ilimitadas.
Y como Juan Ramon Plana es así, va y nos invita a conocer su álbum. Y yo claro, me quedo pasmado con mi triste colección de cromos de Marco, de David El Gnomo, de Don Quijote, de Comando G... que editaba Danone. Él sí que sabe.
Eso sí. Yo tuve el honor de que confiara en mi la lectura del borrador es este delicioso álbum suyo. Y eso, qué queréis que os diga, no lo cambio ni por el cromo 47 del álbum de La Abeja Maya, que aún me falta.
