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Historia de las marcas

ABEÑULA

Los Laboratorios Nicolich se crearon en 1932; dos años más tarde, el Doctor Miguel Mérida Nicolich, oftalmólogo, registró el nombre comercial de "Abéñula", sinónimo de pestaña, y patentó en el organismo de Sanidad de aquélla época la fórmula de especialidad farmacéutica denominada "Pomada Oftalmer Nicolich Abéñula Azul".

Desde entonces, aquella empresa familiar, hoy Sociedad Limitada, ha producido numerosas especialidades, aunque con una dedicación especial a su primer producto, "Abéñula, cuya fama traspasó nuestras fronteras, y consiguió que Nicolich, S.L. se ganase la confianza de usuarios y oftalmólogos, logrando un prestigio del que hoy se sienten orgullosos.

Presumen de llevar en el mercado más de setenta años, garantía que les avala como fabricantes, siempre al servicio de sus clientes, y siempre reconociendo la labor de sus antepasados.

Sobre la figura del Doctor Miguel Mérida Nicolich, cuentan en sus archivos con cartas originales, escritas por el poeta Salvador Rueda, en las que le agradece la labor desarrollada como oftalmólogo y como persona, alabando la manera de tratar a los enfermos y el acierto de sus tratamientos.

Refleja este sentir en éstos párrafos:

..."Pero tú, gran lapidario
Diamantista de lo ciego
Cuyas manos son el iris
Y son de luces sus dedos
Tú a unos ojos extinguidos
Sin vida ni movimiento
Les dices con voz divina
Venida de otro hemisferio:
Revivid que hay nuevas rosas
Surgid, que ha claveles nuevos..."*

Estos versos pertenecen al archivo privado de Nicolich, S.L. Después de escribir su tesis sobre una enfermedad ocular, el tracoma, y contar con una extensa bibliografía sobre sus investigaciones, quedó ciego a causa de un desgraciado accidente. Se casó con Dª Vera Blackstone, y a partir de aquí, empezó a tomar consciencia de las deficiencias sensoriales, y creó el Colegio de Sordos y Ciegos de Málaga. "El Alcalde de la ciudad, Sr. Gálvez, reconoce la ingente labor por él realizada... El sentimiento de la primera autoridad de Málaga, es recogido en la nota necrológica con las siguientes frases: se ha llevado para siempre al maestro ilustre, al hábil ejecutor de una pedagogía difícil, ..."

*La Educación de los sordos en Málaga (1925-2000).- Colegio La Purísima, Constancio Mínguez Alvarez, patrocinado por la Fundación Once, Pág. 44 textualmente.- ISBN 84-60756-89-0.