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Un paseo por los anuncios más recordados de la publicidad española: Tacita a tacita (1981)

Monky, marca de café perteneciente a la multinacional norteamericana General Foods, se encontraba en un momento en el que no conseguía aumentar sus ventas respecto al gran competidor, Nestlé, y su principal referencia en marcas solubles, Nescafé, que contaba con un 73% del mercado frente al 7% de Monky. A pesar incluso de haber cambiado la fórmula hasta igualarse al líder en catas ciegas y, por otro lado, mantener siempre un precio inferior, no se llegaba a dar el gran paso.

La agencia de publicidad La Banda de Agustín Medina, responsable de la nueva campaña publicitaria tras los intentos de otras agencias por dar con la tecla que hiciera sonar la caja registradora, planteó contar con una protagonista que conectara con las amas de casa, las compradoras en definitiva. Carmen Maura, que por aquel entonces compartía la presentación de un programa de televisión con Fernando García Tola, en el que se popularizó aquel Nena, tu vales mucho, fue la elegida. La presencia de la actriz se mantuvo durante algunos años más, esta vez durante el periodo en que asumió la publicidad de la marca la agencia Young & Rubicam en 1987.

Se realizarían diferentes spots según iba avanzando la campaña, y se comprobó que la famosa prescriptora estaba logrando que las ventas subiesen a gran velocidad. Fue en el tercer anuncio cuando definitivamente se convulsionó el mercado de los café solubles. Aquel en el que Carmen Maura proponía engañar a los maridos poco a poco, poniéndole Monky en lugar del café habitual, presumiblemente Nescafé, y con lo que se ahorraba, tacita a tacita, pues se podría dar para un pequeño caprichito, como por ejemplo un abrigo de visón blanco, además de contar con chofer y Rolls Royce. Y todo tacita a tacita.

Con este último éxito, Nestlé intentó contrarrestar la creciente subida en ventas de Monky, pero ésta ya había cogido velocidad de crucero, llegando a duplicar la cuota de mercado con la que había partido inicialmente.


El caso de tacita a tacita es un nuevo ejemplo de esas escasas ocasiones en las que un elemento publicitario trasciende el ámbito comercial y, por aceptación popular y tras un continuo uso, se asume como parte del lenguaje cotidiano, utilizándose de forma habitual por cualquiera de todos nosotros. Y es que aún se sigue utilizando en muchas conversaciones el recurrente tacita a tacita.

Fuente:

  

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Agustín Medina y Carmen Maura, durante el rodaje del anuncio