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Aquellos ilustradores de entonces: Bosch

Fernando Bosch Tortajada nació en Villarreal en 1908, firmando con su primer apellido, “recortado” y sustituido, ya en el exilio, como Bosc. De una gran precocidad, con 18 años fue contratado por la revista "Muchas Gracias", publicación galante para la que empezó a diseñar las portadas. También dibujó para otra revista satírica, la barcelonesa "L’Esquella de la Torratxa", sin obviar trabajos para grandes magazines como "La Esfera" o "Crónica".

Su actividad traspasó fronteras muy pronto, con trabajos y dibujos que pasaron, de las páginas domésticas de "Buen Humor" y "Muchas Gracias", a las internacionales de "Marie-Claire" o "Vogue".

De vuelta a España, ya consagrado internacionalmente, celebró su primera gran exposición en la Sala Parés de Barcelona, a la que seguiría, dos años después, en 1931, otra en la Asociación Amigos del Arte de Madrid. La crítica enseguida habló de Bosch como el sustituto de Penagos en la re-creación de la nueva mujer de la República y de la década de los treinta, como Penagos lo había sido de la de los veinte. Nunca las españolas del nuevo régimen fueron captadas tan bellas, libres y sensuales –siempre conviviendo con una elegancia natural- como lo fueron por el lápiz de Bosch, que deslumbró en su exposición. Considerado por algunos como un dibujante feminista, era cierto que huía como de la peste de la tópica representación de sus compatriotas como una acumulación de fealdades exteriores (tópico de la caverna para con las mujeres avanzadas).

Con estancias temporales en París, allí pudo colgar sus atractivos carteles en la Oficina de Turismo Española, abierta en la capital francesa. El estallido de la guerra en 1936 lo situó en el bando republicano, aunque en 1937 marchó, de nuevo, a París, esta vez sin billete de vuelta.

Y, ya en Europa como después en América, el Bosch (o Bosc) de las bellas republicanas, acabó convirtiéndose en el proveedor y diseñador para las mejores firmas de la moda, un nuevo mundo que ya no abandonaría. En 1947 era contratado por la revista americana "Harper’s Bazaar", fijando su residencia en Florida (tras nacionalizarse estadounidense), donde falleció en 1987.

Por José María López Ruiz.