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Cuando el escritor Carlos Ruiz Zafón trabajaba en publicidad

"... Primera vida: el publicitario Al acabar el colegio, Ruiz Zafón está interesado sobre todo por el mundo del cine y la producción audiovisual. "Como aún no se había abierto la Facultad de la Imagen, me matriculé en Ciencias de la Información. Pronto vi que era un camino sin salida; aquello estaba lleno de semiólogos disertando y de gente que vivía del cuento; apenas unos pocos profesores voluntaristas daban clases interesantes por pura vocación y ganas de relacionarse con los jóvenes; recuerdo en este sentido a Carlos Pérez de Rozas y a José Manuel Blanco." Ante este panorama, el futuro escritor decidió ver cómo funcionaba la vida real. "Escribí una carta a varias agencias de publicidad, ofreciéndome. Me contestaron varias y me llamaron de una que se llamaba Dayax. Estaba ubicada en el paseo de Gràcia, encima de la cafetería Samoa; era un sitio con solera. Los propietarios eran dos caballeros: el señor Soldevila, hijo del novelista Carles Soldevila, y el señor Puig Doria. Me pusieron a colaborar primero en el estudio gráfico y luego pasé a redactor y a ‘copy'. Después trabajé durante siete años en otras agencias, como Ogilvy, que tenía la sede en una torre de la avenida del Tibidabo, o Tandem/DDB, que llevaba la cuenta de Volkswagen; allí hice muchas campañas para coches como el Golf: el eslogan ‘llegar el primero no es importante, pero alguien tiene que hacerlo' es mío. Luego me enteré de que algunas de mis campañas se usaban como casos de estudio en Ciencias de la Información. En Tandem tuve muy buena relación con el jefe, Toni Guasch, que meconsideraba una especie de hijo espiritual; murió muy joven en un accidente, su ‘hobby' era la acrobacia aérea."

Fue una época dorada de la publicidad española y, en concreto, la barcelonesa. "Las agencias crecían un 35% anual, y yo me ganaba la vida muy bien. Por aquel entonces recibías ofertas de trabajo cada cuatro días, y para una persona joven, fuera del crimen organizado y el rock'n'roll, aquel era el mejor oficio para acceder a muchas cosas. Yo me pasaba la vida en Londres haciendo posproducción. Pero empezaba a sentirme escindido y mercenario. Viví una historia kafkiana, un rodaje para Freixenet en Kansas City con Paul Newman que resultó muy complicado; escribí cuatro o cinco guiones de aquél ‘spot', ninguno de los cuales se utilizó al final, y encima el resultado no fue bueno; me sirvió para acabar de darme cuenta que aquel no era el tipo de vida que quería vivir."

Segunda vida: el escritor infantil y juvenil
Aún colaboró con el legendario Joaquín Lorente, cuya agencia trabajaba para empresas como Sony, Visa o Nissan. "Lorente es una gran figura, el verdadero inventor de la publicidad moderna española, pero la agencia era un nido de víboras, y resultaba desagradable trabajar allí. En un determinado momento decidí que había llegado la hora de dejarlo; me fui al despacho de Joaquín y le dije: ‘El día 1 de enero de 1992 me voy a casa.' Aún faltaban ocho meses, e intentó varias veces convencerme de que cambiara de opinión, pero cumplí con lo que había anunciado." Por aquel entonces vivía solo en un piso del barrio barcelonés de Sarrià, el mismo de su colegio infantil. "Le llamaba ‘la dragonera', como he llamado a todas mis casas. Y me puse a escribir una novela. ‘El Príncipe de la Niebla'..."

Fuente: "Las cuatro vidas de Carlos Ruiz Zafón". 2 de noviembre 2003. Entrevista en el Magazine de La Vanguardia. Por Sergio Vila-Sanjuán