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Historia de las marcas

MOËT & CHANDON

La marca que nos encontramos como símbolo de bebida de gama alta en numerosas publicaciones de "lifestyle", restauración, es, sin lugar a duda, Moët & Chandon.

La bodega, con una historia de varios siglos, atesora distintas marcas de espumosos de gran prestigio. Historiadores y enólogos consideran que los Moët, familia de ciudadanos representantes designados por Reims en la coronación de Carlos VII de Francia, en el siglo XV, ya tenían posesiones extensas de viñedos.

Claude Moët, propietario de viñedos en el Valle del Marne, funda una bodega "Moët", que podemos considerar la semilla del gigante bodeguero, en 1743. Incentivó no sólo el cuidado de los viñedos, sino que su ánimo emprendedor y ambición comercial le llevó a exportar sus excelentes vinos a Bruselas ya en 1746, a Londres en 1750, a España en 1761 (aprovechando el empuje de la dinastía borbónica), a Rusia en 1762 e, incluso, a América en 1787 aproximadamente.

Su sucesor e hijo, Jean Rémy, contribuyó al prestigio de la firma llegando a invitar a todos los monarcas de Europa a sus bodegas, mostrándoles la calidad de las mismas. Siguiendo la trayectoria paterna incorporó a sus propiedades el reputado viñedo de la Abadía de Hautvillers, donde se dice que el monje benedictino Dom Pierre Pérignon, descubrió el vino espumoso denominado "champagne". Con Jean Rémy, la casa Moët fue proveedora de la élite social de la época siendo clientes reconocidos Thomas Jefferson y Napoleón Bonaparte.

Un suceso fundamental provocará el cambio de nombre en las bodegas; en 1832 ,el yerno de Moët, Pierre Gabriel Chandon de Brialles, se incorpora a la sociedad y, con él, su nombre a la firma.

En 1840 se introducirá el concepto de "champagne" en la vendimia, como producto innovador, y la primera vendimia se efectuará en 1842. Su marca más reconocida desde la época "Brut Impérial" no sería introducida hasta 1860.

Sus descendientes adquirieron, a su vez, otras casas históricas de la "Champaña" francesa como son Mercier o Ruinart (considerada por los expertos, la más antigua de la región).

En 1962, es el primer viñedo que se incorpora al índice de la Bolsa de París, muestra del éxito de las mismas y a la búsqueda de nuevos inversores.

Moët se unió a la firma de cognac Hennesy en 1971, incorporando a su catálogo de productos el oporto Rozès y vinos jóvenes en Brasil y California. Actualmente Moët & Chandon tiene la consideración de proveedora oficial de la Casa Real de Isabel II de Inglaterra.

Todos los viñedos que forman hoy en día el grupo empresarial Moët & Chandon, poseen unas 875 hectáreas de valiosos campos vinícolas, incluyendo 6 "grand cru" (máxima categoría en bodegas de Francia) en la montaña de Reims y un "grand cru" del valle del Marne. Los terrenos propios garantizan el 20% de la producción, completándose la restante con viticultores selectamente escogidos de las zonas del Aube, Aisne y Marne. La casa produce, anualmente, 2 millones de cajas de champagne.

Los vinos de las bodegas Moët & Chandon tienen una tipología muy definida; de diferentes cepas surgen los nombres más conocidos y prestigiosos espumosos.

El "Crémant" proviene de la variedad "pinot meunier", el "Brut Impérial" está elaborado con "chadonnay "y "pinot noir", mientras que el "Impérial Rosé" surge de las tres variedades anteriores.

Curiosamente, Dom Pérignon procede exclusivamente de sus viñedos al cien por cien, a los que se añade un pequeño porcentaje de cepas tipo "pinot noir". También se realiza en su variante rosada Dom Pérignon Rosé.

Como en cualquier bodega de calidad, sus instalaciones albergan maquinaria de última generación que combinan con las técnicas tradicionales de enología, donde fermentan los caldos en depósitos de acero inoxidable bajo un estricto control de temperatura.

Hoy en día, las bodegas están unidas al conglomerado industrial LVMH, desde 1987, que agrupa a empresas de la industria de la moda y el lujo como Christian Dior, Louis Vuitton, Loewe, Givenchy..., siendo uno de sus puntales más efectivos, en términos económicos, Moët & Chandon. Los resultados netos en 2004 fueron de unos 16 mil millones de euros. Pese a la crisis, la unidad empresarial de bebidas y licores de LVMH aporta casi un 30% de la facturación total. En el tercer trimestre de 2010 alcanzó una cifra de negocio de 5.111 millones de euros, lo que se considera un retorno muy positivo a la demanda de los consumidores, según fuentes de la corporación empresarial.

La comunicación publicitaria de Moët & Chandon está muy definida en distintos segmentos que impactan en sus públicos objetivos. El grueso de sus inversiones se reparten, principalmente, en patrocinios, sobre todo de pruebas deportivas de élite (hípicas, regatas...), mostrando sus espumosos en las celebraciones de los mismos y en publicidad exterior de las instalaciones deportivas. Ha sido también el champagne exclusivo en los premios Globos de Oro, los Oscar de Hollywood y el Festival de Cine de San Sebastián. Destacan también eventos sociales donde presentan sus vinos, series limitadas y promociones especiales. Se caracterizan por su despliegue de medios técnicos avanzados, audiovisuales de última generación, elegancia y calidad.

En cuanto a la inversión de medios, destinan una importe partida para revistas de "lifestyle" o lujo, muy enfocado al perfil de sus consumidores y los publirreportajes de corte comercial, donde se realzan las bondades de sus "champagnes".

Se prodigan en los últimos ejercicios campañas publicitarias como la que lanzaron en 2009, que tiene como prescriptora a la actriz Scarlett Johansson, denominada "Tribute to Cinema", donde se apoya la idea que el champagne preferido por el cine y sus estrellas es Moët & Chandon. En este aspecto se han dejado llevar por la dinámica de la industria de la moda, siendo la primera casa de espumosos que selecciona a una actriz como imagen de la misma.

La ceremonia de lanzamiento fue un evento suntuoso en Londres con una reducida y selecta lista de invitados del mundo del cine británico e internacional. Dichas celebridades firmaron una botella del tipo "Nabucodorosor" de quince litros de Moët & Chandon que posteriormente se subastó y su recaudación fue a beneficio de Oxfam y la campaña de concienciación climática apadrinada por Johansson. La convocatoria fue un éxito según Frederic Cumenal, presidente de Moët & Chandon, satisfecho con la expectación suscitada.

Posteriormente se realizó una campaña publicitaria internacional realizada por los fotógrafos Mert Alas y Marcus Pigot que ha tenido gran difusión en distintos medios de comunicación. Pero realmente son acciones comunicacionales de nuevo cuño, puesto que su plan de marketing, hasta la actualidad no se había desarrollado con esta estrategia.

La marca ha apostado como elemento clave de su marketing en el packaging, siempre muy característico, cuidando el detalle, la calidad y estilo de envase y botella. En 2006 diseñaron una serie muy limitada de "Moët & Chandon Brut Impérial" recubierta de cristales de Swaroski.

Gran parte de su inversión se destina a la investigación y creatividad, en el diseño de etiquetado, que forma parte de la imagen de marca.

Sin duda existen espumosos más caros pero su nombre es símbolo de calidad y exclusividad.











Esta historia de Loewe ha sido elaborada por Nacho Espada para lahistoriadelapublicidad.com en exclusiva y revisada por Sergio Rodríguez.