Centro de Documentación Publicitaria

PROTAGONISTAS

José Luis y Santiago Moro

El siguiente texto ha sido elaborado por María José S. Bermejo y publicado en fandecomix.com:

Estudios Moro

Fundada por los hermanos Moro (José Luis y Santiago), fueron los creadores de "la segunda edad de oro de la animación en España" gracias a sus técnicas innovadoras y su aplicación en anuncios para el cine y la televisión de los años 60 del siglo XX. Galardonados con tres Palmas de Oro en Cannes, Dos Copas en Venecia y más de cien premios internacionales de publicidad. Por sus estudios pasaron la famosa calabaza Ruperta, la inolvidable Familia Telerín quienes enviaban a los niños a dormir,...

"Crearon la primera industria de animación. Fueron emprendedores. Dieron trabajo a más de 300 personas fijas y tenían 300 colaboradores. Formaron a todos los animadores españoles de su tiempo. De su éxito da fe el hecho de que la gente no se salía de las salas durante la proyección de sus anuncios, que marcaron un antes y un después en el concepto de publicidad en España. Con ellos dio comienzo la modernidad como un anhelo de democracia, la introducción de lo extranjero".
(Lluis Fernández - comisario de la exposición ESTUDIOS MORO: EL ANUNCIO DE LA MODERNIDAD realizada a principio del año 2008 en el MuVIM de Valencia).

"Santiago era la cabeza pensante y yo la mano que daba vida al lápiz" (José Luis Moro).

A finales de los años cincuenta del siglo XX la producción del cine de animación en España era casi nula con una realización de una decena de películas en su totalidad elaboradas con fines didácticos. Pero algo estaba a punto de cambiar. Era la aparición en las salas cinematográficas de la publicidad. Fenómeno que más tarde se trasladó a la televisión que desde el año 1957 comenzó a emitir en España a través de la cadena estatal TVE. Los estudios de animación especialmente MOVIERECORD (creada en el año 1952 por la empresa belga Listen y que tuvo el monopolio de la publicidad en las salas cinematográficas de todo el país) y los ESTUDIOS MORO comenzaron a recibir gracias a sus anuncios el apoyo económico necesario para la realización de películas de animación.

Los estudios Moro estaban formados por los hermanos Moro: José Luis (dibujante) y Santiago (operador de cine) quienes en el año 1955 firmaron un contrato en exclusiva con la empresa Movierecord S.A., de esta manera comenzaba una época dorada de la animación y la publicidad. Desde entonces los dibujos animados y la animación de objetos formaban parte de los anuncios del cine y la televisión.

En 1967 instaló su estudio en la Avenida América (Madrid). En él, aparte de sus producciones, también trabajaban muchos directores españoles como Saenz de Heredia y Jose Mª Forqué entre otros. En este tiempo, por los pasillos podías encontrar a Boris Karloff o Jack Palance. Por los Estudios Moro pasaron los mejores animadores de la época como Cruz Delgado, Pablo Núñez, Rober Balser, José Ramón Sánchez,... quienes más tarde se independizaron y crearon sus propios estudios.

En 1969 se produce la caída de Movierecord y los hermanos Moro, según sus palabras "fueron objeto de un diabólico plan financiero. Otro grupo se hizo con la mayoría de las acciones y pasó a controlar sus Estudios, no para seguir produciendo, sino para vender el edificio y los equipos y resarcirse de las pérdidas que acababan de tener en otras empresas". Así las instalaciones se cerraron y se fundó Moro Creativos Asociados y después Moro Estudios of Florida (Miami). Siguieron los éxitos hasta que a principios de los años 90 los hermanos Moro se separaron en dos estudios.

"Traigo un recado de parte de la tele ya va siendo hora de que los peques nos vayamos a la cama
¡¡vale!! ..." (Letra: Vamos a la cama - Família Telerín).

Con sus animaciones publicitarias Santiago y José Luis Moro iniciaron el camino de uno de los fenómenos pop más importantes del país. Creadores de series de animación como CANTINFLAS basada en el popular actor y cómico Mario Moreno, MARCELINO PAN Y VINO; Películas como KATI la historia de una oruga que crece y se hace mariposa; personajes como La RUPERTA, la BOTILDE o el CHOLLO y ANTICHOLLO del famoso programa concurso de televisión UN, DOS, TRES y la FAMILIA TELERÍN creados en el año 1964 cuyos miembros Cleo, Teté, Maripí, Pelusín, Coletitas y Cuquín despedían todos los dias la programación infantil en TVE a las 20´30 horas en invierno y las 21 horas en verano invitando a los niños a ir a dormir dando paso a la programación para adultos, una sintonía cuyo estribillo "Vamos a la cama, que hay que descansar para que mañana podamos madrugar" se convirtió en uno de los más recordados de la televisión española de todos los tiempos recibiendo en 1964 el Premio Popularidad de televisión.

La familia Telerín también dio el salto de la televisión a la gran pantalla gracias a la colaboración de José Luis Moro y Francisco Macián en el filme EL MAGO DE LOS SUEÑOS (1966) fruto de 2 años de trabajo y un equipo de 80 personas para elaborar 69 minutos de animación dirigida a un público infantil basado en los cuentos de Hans Christian Andersen y con las canciones de Andy Rusell, Ennio Sangiusto y Los tres sudamericanos nos encontramos con el duende de los Sueños cuya misión es derrotar al malvado COCO y así conseguir que los niños puedan dormir tranquilos sin sustos y poder contar a cada uno un sueño. Así cada miembro de la familia Telerín desde Cuquín a Coletitas viven un cuento y el espectador se introduce en el mundo mágico de los cuentos clásicos. Una película que en su momento consiguió 887.317 espectadores y una recaudación de 221.346,48 euros.

Sin olvidarnos de sus recordados espots publicitarios como el zapateado de las botellas de Tío Pepe, la canción del Cola Cao, los discos-sorpresa, con el famoso DON PEDRITO y su canción para FUNDADOR "Está como nunca el sabor que mejor sabe", la Quina Santa Clemente y su mascota KINITO con su grito afable de "¡Y da unas ganas de comer!", la muñeca BLANQUITA de Ese, las vacas rumberas de los caldos Starlux, ALMENDRITO para turrones El Almendro y el famoso estriptis de la GALLINA BLANCA de Avecrem quitandose sus delicadas plumas blancas delante de unos enfervorizados gallos,... Los Estudios Moro recibieron en 1996 la Medalla de Oro por su trabajo en el campo de los efectos especiales; obtuvieron tres palmas de oro en el Festival de Cannes; el Premio al Mejor Cine Publicitario, en Venecia; el premio a toda una vida dedicada a la animación, en Roma y cien premios internacionales de publicidad en los más prestigiosos festivales.

Mención especial supone la importancia de publicaciones creadas por los hermanos Moro como la revista CHICAS donde recordamos a José Luis Moro por sus ilustraciones de sus estilizadas y espectaculares "chicas de Moro" y como nos recuerda Lluis Fernández, comisario de la exposición Estudios Moro: el anuncio de la modernidad realizada a principio del año 2008 en el MuVIM (museo de la ilustración de Valencia) "En la revista Chicas, aparecida en junio de 1950, colaboraba semanalmente un primerizo Mingote, que aún hoy sigue dibujando su chiste diario para el diario ABC desde 1953, y comenzaron Pablo Ramírez, el dibujante de Linares que pasaría a continuación a la editorial Molino como ilustrador de cuentos y portadista de las famosas novelas de Enid Blyton, y los fotógrafos Prieto e Ibáñez, dos todoterreno que fotografiaron a la mayoría de los artistas del cine y la canción para los sellos discográficos La voz de su amo, Zafiro y Columbia".
Mascotas, personajes, dibujos animados, revistas, sintonías inolvidables creados por los ESTUDIOS MORO. De la familia Telerín a la calabaza Ruperta un referente de la animación y el arte publicitario.


A continuación, una entrevista de Miguel A. Alejo a Santiago Moro, publicada también en fandecomix.com:

Entrevista realizada a Santiago Moro pocos meses antes de su fallecimiento en el año 2007. Fundador junto a su hermano José Luis de los ESTUDIOS MORO. Operador de cine, tras haber intentado asociarse con Clarín y más tarde con los franceses de Cinema Publicité, se unen a Movierecord hasta 1969 realizando dibujos animados para infinidad de anuncios de cine y televisión recordados como Blanquita, Almendito, Kinito, Don Pedrito, Ruperta, Botilde, Chollo y Antichollo, la familia Telerin, ...

Santiago Moro, junto con su hermano Jose Luis, ha sido uno de los pioneros de la animación comercial en España. Tras la postguerra española fundó los Estudios Moro que tras su colaboración con Movierecord se convirtió en la productora de anuncios publicitarios para cine y televisión más importante de los años sesenta hasta que en 1970, por problemas económicos, se cerró pasando ellos a fundar Moro Creativos Asociados y, después, Moro Estudios of Florida (Miami). Siguieron los éxitos hasta que a principios de los años 90 los hermanos se separaron en dos estudios.
Creadores de iconos de la publicidad como la calabaza Ruperta o la familia Telerín. Sus hijos siguen sus pasos, sobre todo, su sobrino Fernando, que ha trabajado, como director de animación, con Don Bruth, en el largometraje Anastasia.

¿Cuándo fundó su estudio?

En la postguerra española. Mi hermano, Jose Luis, dibujaba historietas para las revistas de la época. Lo hacía desde los 9 años. Yo me matriculé en el Instituto de Cinematografía donde obtuve el Título de Óptica y Cámara. Entonces dijimos, "tu sabes dibujar, yo sé las técnicas del cine, ¿Por qué no montamos un estudio cinematográfico? Lo hicimos, en principio, en el comedor de casa. Ahí montamos las primeras películas, con procedimientos muy rudimentarios, con muy poco dinero. Incluso la primera cámara de animación la compré en el rastro de Madrid. Era una cámara de cine mudo, a la que puse el motor de un ventilador viejo y otros elementos para hacer el paso de los dibujos.

¿Cuál fue la primera producción?

Al principio fueron producciones para anuncios. Nosotros nos poníamos en contacto directo con los clientes ya que los comerciales no intervenían apenas. Hicimos un anuncio para Celtia de Vigo, Profidén y Almacenes Quiroso entre otros. Eran anuncios larguísimos de uno o dos minutos.

¿La familia Telerín fue su primer éxito?

No, antes tuvimos éxito con una película para González Díaz de Jeréz, para Tío Pepe y eran las botellas y los catavinos bailando. Ahí conseguimos en el año 59 un premio en Cannes. Incluso al año siguiente conseguimos otro con Gallina Blanca, en el que una gallina se quitaba las plumas ante unos gallos emocionados. Les hacía un streap-tease. Tuvimos por ello problemas con la censura aunque fueran dibujos.
Por la familia Telerín (una animación del año 64) todavía estoy cobrando derechos de autor porque se está programando todavía en países hispanoamericanos. Ahora estamos hablando con televisión española para que vuelvan otra vez porque no hay manera de desenganchar a los niños de delante del televisor hasta las diez u once de la noche.

Después del "vamos a la cama que hay que descansar" de la familia Telerín, ¿Su siguiente éxito, a nivel de público, fue la "ruperta" del programa "un, dos, tres"?

Sí, aunque en los años 60 conseguimos en los Festivales Internacionales de Cannes y Venecia cinco premios consecutivos. Tanto fue así que en el último año, los franceses, empezaron a protestar porque no era posible eso. Obligaron a poner la votación del público en la pantalla, y salió que habíamos ganado. Incluso el voto del jurado español estaba en blanco.

¿A quién se le ocurrió la idea de hacer la ruperta como una calabaza?

Surgió en reuniones que teníamos con Chicho Ibáñez Serrador. También así surgieron "La botilde" y "el chollo". Lo curioso es que la voz que sale cantando "un, dos, tres" es la de Chicho Ibáñez Serrador retocada y distorsionada, dejándola como la de un niño. También podemos oirle en las películas de Walt Disney, cuando se hizo la versión española en Argentina, la voz de Bamby es también de él.

¿Ha cambiado mucho la técnica en este tiempo sobre todo con la inclusión del ordenador?

Muchísimo. Hoy es muy fácil hacerlo. Entonces, era pura artesanía. Los dibujos animados se hacían a lápiz en hojas de papel y luego en una plancha de acetato encima se calcaba con plumilla y tinta china. Después se le daba color por detrás. Se le pintaba un fondo y luego se le ponía debajo la cámara. Se rodaba uno a uno. Ahora todo eso se hace por ordenador. De todas formas, la buena animación no se hace sólo por el ordenador, sino a mano, pero la técnica para producirla sí.

¿Les falta imaginación a los actuales guionistas para realizar buenos guiones?

Sí. En publicidad se mueve tanto dinero y tantas personas que coartan la libertad. Entonces, no salen ideas brillantes. Antes, me reunía con el Director de Publicidad de una empresa y me daba libertad para que hiciera lo que quisiese. Entonces surgían ideas más brillantes.

Antes hemos hablado de la censura por el anuncio de Gallina Blanca, ¿Tuvo más problemas con la censura?

Muchísimos. Por ejemplo hice una película en animación para anunciar unos muebles nórdicos. Con la técnica de paso a paso, las sillas bailaban a ritmo de jazz. Nos lo prohibieron porque el movimiento de las butacas era muy provocativo. Y eso que eran muebles.

Otro ejemplo, a principios de los años 60, con Movierecords, producía un programa para televisión, Gran Parada. Pues bien, el cámara tenía prohibido enfocar al batería porque los movimientos del batería eran muy excitantes para el público. Y estaba prohibida la música de jazz por lo mismo. En otra ocasión, contraté a la Orquesta de Quincey Jones y les prohibió tocar música de jazz. Tuvo que interpretar una selección de My Fair Lady que era más suave y al Ministro de Educación y Turismo le gustaba mucho.


Artículo publicado el 1 de marzo de 2007 en abc.es por Ángel Riesgo:

Se ha muerto Santiago Moro, el fundador con su hermano José Luis, de Estudios Moro, luego integrada en Movierecord. Los hermanos Moro, sin olvidar a Yiyo, la tercera hermana y excelente pintora naif; junto a tantos profesionales que pasaron por allí, como el belga Jo Linten fundador de Movierecord, otros cineastas cómo Sáenz de Heredia o José María Forqué, su fiel Pedro Uranga y tantos otros, fueron los padres de la primera publicidad en televisión en España.

En los años cincuenta, cuando nacía el gran medio que ha alimentado cultural e ideológicamente a nuestra generación, los directivos de la tele no habían aún creado un modelo de negocio que hiciera viables las emisiones. Santiago contaba hace poco, en un estupendo documental realizado por Javier San Román, cómo los directivos de la tele les plantearon qué hacer y ellos propusieron la creación de mensajes a través de pequeñas películas. Estaba naciendo el «spot de TV» que ha llegado como principal formato publicitario hasta hoy.

La condición de extraordinario dibujante de José Luis Moro hizo que los comienzos fueran principalmente en dibujos animados; los anales del Festival de Cannes ya cuentan con dos Grandes Premios para Movierecord y Estudios Moro trabajando para Tío Pepe de Gonzalez Byass en 1959 y un año después Gallina Blanca, aquella gallina en dibujos animados que hacía un strip tease quitándose las plumas delante de unos gallos. Algunos desmemoriados creen que fue el Pipín de Contrapunto y RTVE nuestro primer gran premio en Cannes, pero no es así, Moro lo había ganado 30 años antes.

Santiago Moro arrancó la creatividad moderna e hizo renacer los dibujos animados, laminados por la posguerra. La famosa Familia Telerín, ahora recuperada por El Corte Inglés y la calabaza Ruperta de Un, dos, tres, son claros ejemplos del talento de aquel equipo.

Es bueno recordar el pasado y ver que lo que ahora brilla, es muchas veces debido al talento de otros que ahora se han marchado o simplemente se han retirado.


Fuente: viendodibujicos.blogspot.com

¿Quién iba a decir que en plena década de los 60, mientras en Estados Unidos triunfaba Hanna & Barbera en la televisión, y Disney creaba "One Hundred and one dalmatians", había en España un estudio de animación con 300 empleados y una producción de más de 100 cortos al mes?
Se trataba de los Estudios Moro, pioneros de la animación comercial en España.

Los iniciadores de esta odisea audiovisual fueron los hermanos Moro, el pequeño José Luis (dibujante) y el mayor Santiago (operador de cine).

José Luis Moro había trabajado como ilustrador a finales de los años 40, para las revistas "Flechas y Pelayos", "Maravillas", "Chicos" y "Mis chicas".

Según cuenta Santiago Moro "Mi hermano, Jose Luis, dibujaba historietas para las revistas de la época. Lo hacía desde los 9 años. Yo me matriculé en el Instituto de Cinematografía donde obtuve el Título de Óptica y Cámara. Entonces dijimos, "tu sabes dibujar, yo sé las técnicas del cine, ¿Por qué no montamos un estudio cinematográfico?"

Y así montaron su primer estudio... en el comedor de su casa. Su primera cámara la compraron en el rastro de Madrid. Apenas se podían permitir comprar película virgen y material de celuloide donde dibujar, de manera que se les ocurrió comprarles las radiografías viejas a las monjas del Hospital Provincial y limpiarlas hasta hacerlas de nuevo transparentes para confeccionar los dibujos.

Su primeros anuncios fueron para Celtia de Vigo, Profidén y Almacenes Quiroso. Para el anuncio de Profidén José Luis tuvo que dibujar él sólo el millar de intercalados necesarios.

Así fue como se especializaron en "filmlets": pequeños spots publicitarios que se proyectaban en los cines antes de las películas, junto al famoso Nodo.

Recibieron su primer reconocimiento oficial en el año 59 en el festival de Cannes, gracias a un anuncio para Tío Pepe con las botellas y catavinos bailando.

En el año 60 el éxito se repitió: premio en Cannes por un anuncio de Gallina Blanca. La gallina hacía un striptease frente a unos gallos enloquecidos. Pese al premio, en España tuvieron algunos problemas con la censura, ya que a pesar de tratarse de animales, se consideraba una situación muy provocativa.

En el año 64 crean la famosa familia Telerín y su "vamos a la cama". Si bien no es una de sus producciones más premiadas, es sin duda la más conocida (junto con la calabaza Ruperta del "Un, dos , tres"). Santiago Moro ha estado cobrando derechos por esta cortinilla hasta la actualidad, ya que se sigue emitiendo en algunos paises de sudamérica.

En 1955 firmaron un contrato con Movierecord, que entonces disfrutaba del monopolio de la publicidad en los cines. Fue en esta época cuando montaron su gran estudio al lado de la sede de Movierecord en Madrid, dando lugar a la llamada "edad de oro de la animación comercial en España".

En 1969 se produce la caída de Movierecord y los hermanos Moro, según sus palabras "fueron objeto de un diabólico plan financiero. Otro grupo se hizo con la mayoría de las acciones y pasó a controlar sus Estudios, no para seguir produciendo, sino para vender el edificio y los equipos y resarcirse de las pérdidas que acababan de tener en otras empresas". Las instalaciones cerraron, pero eso no acabó con su trayectoria profesional y se fundó Moro Creativos Asociados y después Moro Estudios of Florida (Miami).

En los años 70, los hermanos Moro se lanzaron a producir otros formatos de animación, y realizaron el largometraje "Katy la oruga" y las series de animación "Cantinflas" y "Marcelino, pan y vino" para Televisa de México.

Siguieron los éxitos hasta que a principios de los años 90 los hermanos Moro se separaron en dos estudios. Santiago Moro falleció en 2007, habiendo creado una industria de la nada y un aparato comercial centrado en la animación que hasta hoy no se ha vuelto a igualar en España.


Muestra de José Luis Moro en Valencia (enero 2008)

El anuncio de la modernidad. Estudios Moro 1955-1970

Podremos admirar una exposición del creador de la Familia Telerín (estas navidades los vimos resucitar en unos grandes almacenes) en el valenciano museo MuVIM, comisariada por Luis Fernández y abierta hasta el día 3 de febrero.

De Moro todos recordamos su "Vamos a la cama", que nos llevó a dormir a toda una generación, y por sus mascotas televisivas (la calabaza Ruberta o la bota Botilde del Un, dos, tres eran suyas también). Moro fue uno de los puntales de la animación en España en los años cincuenta que había vivido una etapa como dibujante de historietas en los años cuarenta. Sus ilustraciones e historietas vieron la luz en revistas de la época como Flechas y Pelayos, Maravillas y Chicos, y sus diseños de núbiles damitas aparecieron en Mis Chicas, casi definiendo un estilo y una afectación que luego inmortalizaría Audrey Hepburn.

Los estudios Moro fueron fundados por José Luis y su hermano en 1955 y desde allí produjeron gran cantidad de cortometrajes de animación publicitarios. Hemos hallado en nuestro archivo una entrevista de 1958, publicada en BLANCO Y NEGRO, 2.431, número del 6 de diciembre (la fotografía de J.L. Moro que encabeza esta noticia procede de allí) en la que se le definía como el Walt Disney español. Por entonces se habían hecho muy populares sus "fimlets", unos cortos de animación que se exhibían en los cines cuando todavía se estilaban los intermedios con el patio de butacas iluminado. Declaraba José Luis en aquella entrevista que comenzó colaborando con Flechas y Pelayos a los doce años y que alternó aquellas historietas titubeantes con dibujos para el periódico Español y para el semanario Cu cú. Aclara que su última etapa como historietista la pasó en "Chicas" (se refiere a Mis Chicas) y que también "por aquel entonces dibujaba los cuadernos de Walt Diensy en su edición española" (quizá se refiere al terminado de alguna historieta en la primera colección Dumbo).

En otra parte de esta jugosa entrevista, Moro cuenta cómo su hermano y él compraron una cámara fotográfica en el rastro de Madrid y con eso y unas placas de celuloide que sacaban de un hospital (los soportes para las radiografías les servían como acetatos aplicándoles un lavado previo) comenzaron con su empresa, allá por 1948, en un estudio particular y dibujando Moro él solo el millar de intercalados necesarios para su primer espot: una pasta dentífrica. El segmento siguiente publicado en Blanco y negro es un "como se hace una película de dibujos animados" (en 1958) que resulta muy instructivo. Moro se despedía del entrevistador comentando lo prometedor que parecía el futuro en aquella España rutilante, amanecedora, pensando ya en hacer largometrajes no publicitarios. Pocos hizo. Su familia Telerín volvió a vistiar los tebeos en los años sesenta, en el Din Dan de Bruguera y en el suplemento Chío.

Será interesante ver esta exposición sobre estos creativos publicitarios con raíces humildes y cuyos logros creativos tampoco pudieron escapar de esa humildad.

Las otras exposiciones actualmente en el MuVIM son: Tàpies: Grafismo y compromiso, La Caricatura social y política, 30 años de diseño en la Comunitat Valenciana, y Tejido humano. Factor urbano.

Fuente: tebeosfera.blogspot.com


Los estudios Moro comienzan su andadura en unos locales en la calle de Los Mesejo.

Fueron creados por los hermanos José Luis y Santiago Moro Escalona en 1955, para la elaboración de dibujos animados y publicidad. Su colaboración con Movierecord, les llevó a ganar premios internacionales y realizar unos 300 cortos publicitarios mensualmente.

Pronto se hicieron indispensables junto al NoDo, en la publicidad al comienzo de las proyecciones cinematográficas y en los descansos para invitarnos a consumir en el bar del cine.

Los comienzos fueron complicados por la escasez de película virgen y material de celuloide donde dibujar. Se les ocurrió comprarles las radiografías viejas a las monjas del Hospital Provincial y limpiarlas hasta hacerlas de nuevo transparentes para confeccionar los dibujos.

En 1965 comienza la construcción de los nuevos estudios en la Avenida de América en el barrio de San Pascual, siendo diseñado por Santiago Moro y construidos por el arquitecto Manolo Jaén, a su lado se alzaba el edificio de Movierecord. Constaban de tres platós de rodajes, salas de grabación y doblajes, equipos de animación y trucajes, restaurante y camerinos.

En los estudios Moro se realizaron spots publicitarios, tanto para cine como televisión, dibujos animados, programas de televisión y rodajes de películas. Películas rodadas y producidas en los estudios, están los siguientes títulos, Las Vegas 500 millones, Los chicos con las chicas, películas de Raphael y de Manolo Escobar.

Entre los títulos de dibujos animados realizados en los estudios, están los conocidos, La Familia Telerín, cuya sintonía y dibujos en televisión era la indicación de irse ha dormir a los niños de ésa época.

Los estudios también se dedicaron a la grabación de discos, a través de sus marcas comerciales SonoPlay y Movie Play, en las que grabaron grupos musicales como Los Bravos, Los Pop Tops, Miguel Ríos, etc.

En 1970 por desavenencias entre los accionistas y los bancos, se decide vender el edificio y despedir a los trabajadores.

Actualmente alberga al Centro de Seguridad e Higiene en el Trabajo, durante muchos años fue considerado el mejor estudio de publicidad y dibujos animados del mundo.

Fuente: historias-matritenses.blogspot.com



Animacor08. Homenaje a José Luis y Santiago Moro.

José Luis Moro fue el responsable, junto a su hermano Santiago, del renacimiento de los dibujos animados en España a finales de los años 40; y desde que fundó Estudios Moro en 1955, junto a Movierecord, también de la publicidad animada para cines y televisión. José Luis Moro dirigió un equipo excepcional de animadores de la talla de Pablo Núñez, Francisco Macián, Paul Casalini, Bob Balser y Marcel Breuil.

Los Estudios Moro ganaron cinco años consecutivos tres Palmas de Oro de Cannes, dos copas en Venecia y más de cien premios internacionales de publicidad. En los años 60, en sus estudios de cine trabajaban trescientos profesionales fijos y se realizaban cientos de anuncios mensuales. Se hicieron populares por los spots de Profidén, el zapateado de las botellas de Tío Pepe, los discos-sorpresa, con el famoso don Pedrito y su jingle "Está como nunca el sabor que mejor sabe: ¡Fundador!", y la promoción de Quina Santa Catalina y su Quinito: ¡Y da unas ganas de comerrrrr!. Todavía se recuerdan, por su modernidad, el striptease de la Gallina Blanca de Avecrem y las vaquitas rumberas de Starlux. Y, sobre todo, por la muñeca Blanquita de la campaña de Ése lava más limpio, mascota pionera de los comerciales de detergentes. Y por publicitar los coñacs con la imagen de una mujer, Elena Duque, para Veterano, ¡qué coñac!.

Pero su inmensa popularidad se la deben a La familia Telerín y su mítico separador publicitario Vamos a la cama, reconocido como uno de los mayores hitos de televisión española.

José Luis Moro comenzó como ilustrador a finales en los años cuarenta y se hizo famoso por sus estilizadas y espectaculares Chicas Moro para las revistas femeninas Mis Chicas, Chicas. Colaboró con Francisco Macián en El mago de los sueños y suyas son las mascotas La Ruperta, La Botilde, El Chollo y El Antichollo para el programa televisivo Un, dos, tres.

Fuente: andalocio.es. Animacor


Los dos formaron un solo cuerpo creador en el que Santiago era la mano izquierda empresarial y José Luis la derecha maravillosa.

Fundaron la primera industria de animación española: los Estudios Moro. En ella y más tarde en Moro Creativos Asociados, se realizaron miles de filmlets y centenares de spots para el cine y la televisión, además de largo-metrajes y seriales de dibujos animados.

Sus exitosas creaciones nos hicieron amar la publicidad, amén de coronarla con los mayores galardones internacionales, entre muchos otros ¡Tres palmas y dos copas de oro, consecutivas, en los festivales de Cannes y Venecia!

Sus Estudios fueron escuela de directores de cine y de animadores: Sáenz de Heredia, José María Forqué, Pablo Núñez, Cruz Delgado...

Mascotas, personajes, dibujos, revistas, sintonías..., un sinfín de producciones inolvidables, que se han ganado el derecho a ocupar un lugar preferente en la historia de nuestra profesión.

Ellos siempre serán: los prodigiosos hermanos Moro.

Fuente: academiadelapublicidad.org

 

 



José Luis Moro