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Recordando a Edgardo Filloy


El pasado sábado, 29 de julio, falleció Edgardo Filloy, referencia indiscutible de la fotografía publicitaria argentina.

Edgardo Filloy




En diciembre de 2012, hace casi dos años, lahistoriadelapublicidad.com contactó con él interesándose por su histórico trabajo. Mantuvimos un intercambio de emails y mensajes por Facebook, a través de los cuales nos mandó un par de artículos sobre su trabajo que a continuación reflejamos:

30 Años de Fotografía Publicitaria. Cambio y Crisis
Nota Publicada en la Revista Fotomundo
 
Los desafíos que plantean en la actualidad las nuevas tecnologías destinadas a crear las "piezas gráficas", donde conviven la fotografía, la palabra y el diseño gráfico, así como la valorización de la imagen fotográfica en ese contexto, incluso el social, son analizados por el autor.

Trazar un panorama de la Fotografía Publicitaria Argentina en los últimos 30 años conlleva una tarea en la que no pueden dejarse de lado ninguna de las variables concurrentes. Cambio y crisis son las dos constantes en las que pueden converger a modo de síntesis todas ellas.

El desarrollo tecnológico que se produjo en estos años, los fenómenos económico - sociales ocurridos y los modelos culturales incorporados en el país durante ese período son un modo de entenderlos.

En los años 70 se consolida la actividad como una especialidad dentro del mercado fotográfico y de las agencias de publicidad. Definir esta etapa, es un intento que puede encararse desde diversas perspectivas. Elegimos las dos que nos parecen esenciales: la expansión de la actividad de los fotógrafos en la comunicación de mensajes comerciales por los medios gráficos masivos y al mismo tiempo como fenómeno estético.

A partir de ese momento, los 70, tenemos la sensación de que las imágenes fotográficas ocupan todo el espacio de los anuncios en los medios gráficos. Como reemplazo de la ilustración, la fotografía otorga más realismo a los mensajes y su estética se ubica en una línea de comunicación basada en las grandes campañas que se construyen con series de avisos sobre un mismo producto.

Esta modalidad hace que la estética se vea condicionada por un elemento que es central en esta década, el relato como soporte y el eje de la comunicación basado en lo afectivo, en lo sentimental. La fotografía publicitaria de esa época y de esos avisos expresan metáforas siempre vinculadas al núcleo familiar, a la pareja y a una relación sentimental como elemento vinculante con el producto.

Esto, sin embargo, aparece en los avisos en forma de viñeta la mayoría de las veces. De esa época, recordemos las campañas de los vinos referidas a la familia desde los escarpines hasta el crecimiento de los niños, el tío francés, o los cigarrillos viajando por el mundo con la pareja de LM, la juventud y los pantalones jeans, etc. Grandes relatos y extensas campañas de avisos distintos, podría decirse en paralelo con los comerciales que se hacían para TV.

Para esa época gran parte de los profesionales que ejercían la Dirección de Arte en las Agencias de Publicidad provenían de las Escuelas de Bellas Artes y muchos de ellos además eran artistas plásticos. Los redactores eran potenciales escritores. Este hecho favorecía el establecimiento de una relación muy fructífera entre fotógrafos y agencias.

La intuición del otro, del receptor, de "alguien como yo" informaba de modo particular a los objetivos de comunicación y a las piezas que se elaboraban.

Los altibajos de la economía, crisis en algunos sectores, fueron haciéndose cada vez más frecuentes, no obstante ello, nuestra comunicación con el exterior se hizo más fluida e instituciones como la Asociación de Fotógrafos Publicitarios de la Argentina brindaron cuantiosa información a los profesionales sobre la fotografía publicitaria en otras partes del mundo.

Así comenzaron a nacer los grandes estudios que tuvieron su etapa de apogeo en los años 80. Este período de los 80 a los 90 fue el que presentó las más importantes alternativas de cambio cultural y también económico. Quizás éste sea el tramo más dinámico en ese sentido.

Cambios en la concepción del mensaje publicitario, por lo tanto cambio en la estética y también cambio en la asignación de los presupuestos. Definir el rumbo a seguir se tornó una permanente preocupación de los estudios tratando de identificar correctamente, como planteamos al principio, el cambio y la crisis.

Interpretar en un sentido orientador de decisiones cada uno de estos componentes fue la gran tarea. Cada vez más el marketing y el resultado de sus investigaciones orientaban los mensajes.
En lo estético de la mano de David Ratto, creativo de gran influencia en esos años, conocimos a Bernbach, también escuchamos los consejos de Ogilvy y las fotografías cambiaron. Ya no se hacían campañas con una cantidad importante de piezas sino que la comunicación se hizo más breve.

El producto del que se hablaba pasó a primer plano, los espacios blancos se valoraron como soporte que permitían destacar el mensaje del conjunto de la información visual que el público recibía. "La simple complejidad" o "Los 20 Caminos Creativos". Estas frases definían teorías que los más importantes creativos hicieron suyas en esos tiempos.

Así fueron las cosas hasta los años finales de la década del 80 y principios de la de los 90. El país sufre en esos tiempos una de las más severas crisis económicas, que desembocan en una apertura al mundo y al proceso de inserción en la sociedad global. Las empresas internacionales se instalan en el país y traen desde sus países de origen sus patrones de comunicación y muchas veces sus fotografías. Los bancos de imágenes proliferan generando un mercado de imágenes disponibles para la publicidad.

En ese contexto, las tecnologías digitales comienzan a ganar espacio en el tema de la elaboración de imágenes.

Es obvio que para los fotógrafos publicitarios argentinos, todas esta situaciones generaron grandes cambios. Algunos pretendieron persistir en el modelo que venían practicando hasta el momento, otros advirtieron esta situación nueva y trataron de adecuarse a ella. La pieza gráfica o sea la metáfora integrada por fotografía y texto cambió. Es más infrecuente hoy día.

El marketing directo creció y el uso de fotografías publicitarias en ese medio tiene un carácter catalogal, informativo, no hay otra apelación que el precio, las cuotas y una mera visualización del producto como objeto, su intervención es casi accesoria.

En las fotografías que ilustran los grandes avisos, perfumes, cervezas, vinos y los nuevos protagonistas: -los servicios-, generalmente se apela a sugerir sensaciones muchas veces no vinculadas directamente al producto.

Entonces la fotografía opera como una alegoría. "Si tengo esto, puedo ser aquello". Podríamos vincular este perfil estético a los cambios culturales, la crisis de la modernidad, el universo postmoderno donde el sujeto hace descansar sus deseos en la autonomía económica y simbólica.
Las fotografías deben significar las expresiones más pretenciosas de ser uno mismo aunque esto implique la mayor dificultad de ser uno mismo. En el ámbito de los cambios tecnológicos, los medios digitales permiten hoy recrear la instantánea fotográfica.

Cientos de imágenes verosímiles como reproducción de una situación real son construidas. Esta es la nueva estética donde conviven al mismo tiempo todos los estilos, todas las técnicas.

Deconstrucción del universo de la imagen. La idea actual es que la fotografía puede brindarnos un acercamiento objetivo a los temas que queremos comunicar.

Desde esta perspectiva la fotografía publicitaria debería salir de estrechas definiciones de antaño y entenderse conceptualmente como Fotografía Aplicada. A partir de considerar a la fotografía como una herramienta para registrar información, la que con los medios adecuados -todas las que la tecnología actual brinda-, la estética y el estilo que se elija, posibiliten una mejor interpretación del mensaje a transmitir.

Pictorialismo, Fotografía objetiva, Fotografía Documental, Dinamismo, Estructuralismo y Abstracción, Metaforismo y Simbolismo, Romanticismo y Dramatismo, Surrealismo, etc. Las posibilidades de expresión del fotógrafo crece día a día, pero es necesario evitar los fundamentalismos que pretenden que la tecnología más reciente heche por tierra otras anteriores. Analógico vs. Digital. Película vs. Registro Electrónico, no es verdad.

Sí, es cierto que cada día conviven más y más instrumentos que posibilitan nuevas formas de expresión del fotógrafo, que siempre pinta con luz, ya sea complementando las técnicas tradicionales con las nuevas o no. Al fin y al cabo, con dificultades, con esfuerzo, dentro de este marco de referencia se define nuestra realidad de hoy.

Difícil resumir treinta años. Treinta años no es nada, pero mucho camino recorrido. Esperemos que nuestro país se recupere, para que una vez más surja toda la creatividad contenida que, sin duda, nuestros fotógrafos publicitarios guardan como la mejor reserva.

 

Virginia del Giudice, campaña para Boston Inversiones,
Agencia Ratto/BBDO 2001.



Sindo Fariña, campaña para Topper,
Agencia Casares/Grey, 1977.

 
 
Mario Blas López, campaña para Siderar, Cámara Argentina de Hojalata.
Agencia Marcet y Asociados, 2000.


 

María Cristina Cassinelli, campaña Ahorro Círculo de Plata,
Agencia Ruben Maril, 1989.

 

Edgardo Filloy, campaña Chivas Regal. Agencia Ogilvy, 1997.
 
Las fotografías que ilustran esta nota representan la mejor producción de los fotógrafos publicitarios argentinos en las distintas épocas, pero no la agotan, pues podríamos publicar muchos autores más. Muestran por lo tanto, que el talento se sobrepone a tiempos no siempre propicios para la creatividad y esta es la reserva de que hablamos.
 
(*) El autor es fotógrafo publicitario y Asesor Fotográfico de Agfa Gevaert Argentina S.A.
Año 2002

Diversidad tecnológica y creatividad en el futuro e la fotografía
Conferencia pronunciada en la Universidad de Palermo / II Jornadas Universitarias de Fotografía / Julio de 2003.

A Modo de presentación:

Agradezco a La Universidad de Palermo, la posibilidad de ocupar una vez más la tribuna inaugural en este evento tan especial como lo son Las II Jornadas Universitarias de Fotografía.

Soy fotógrafo. A lo largo de más de cuarenta años he transitado esta amada profesión y he realizado mis trabajos en años de difíciles y de vertiginosa realidad, una época que además va desde la placa de vidrio, los primeros atisbos de la fotografía color en Argentina y pasando por todas los momentos intermedios de permanente mejoramiento de los materiales sensibles hasta hoy en que me manejo también con todas las nuevas tecnologías digitales. Un fotógrafo se presenta con sus fotos. Aquí algunas mías: edgardofilloy.com.ar

He aquí estas pocas fotos que van desde el reportaje en blanco y negro, las fotos de portafolio personal y las que como fotógrafo publicitario he realizado usando todos los medios de que hoy se dispone, tanto analógicos como digitales. No es solo la intuición la que guía a un fotógrafo. Como el poeta, desde la observación construye metáforas que tienen que ver con su visión del mundo, con sus padecimientos y sus alegrías. Su vínculo con el acontecimiento en la búsqueda de rescatar el "pathos" y la belleza de la forma en todo contenido.

Mis reflexiones se apoyan en textos que parcialmente, a veces, textualmente otras, tratan estos temas. Por ello me parece importante, sin una pretensión de antología que me excede, mencionar aquí especialmente a algunos autores como Conrad Fiedler, Siegfried Krackcauer, Lewis Munford, Herbert Read, Susan Sontag, Giselle Freund, Roland Barthes, entre otros, a quienes en ocasiones transcribo. Desde este lugar va mi charla, con el pudor que tantos ojos y oídos jóvenes me han permitido aprender a lo largo del tiempo y que son siempre mi estímulo.

Diversidad tecnológica y creatividad en el futuro de la fotografía.

La aparición de la fotografía cambió de un modo radical la relación del "hombre que mira" con el mundo circundante.
Desde los orígenes mismos de nuestra especie los sentidos han sido funcionales, es decir, se han vinculado a los comportamientos y expectativas generados por el medio social y por los imperativos biológicos. El humano ha visto al animal que podía cazar, al enemigo de quien debía huir, al ser amado, la nube que se aproxima, etc. Era ésta una visión "directa", de primer grado.
En un estadio ulterior vio lo que otros ya habían visto (y representado) previamente de una determinada manera, es decir, el arte.

Juan Antonio Ramírez

He querido comenzar con estas afirmaciones porque a partir de ellas me parece importante hacer una serie de consideraciones. Ellas tienen que ver con definiciones conceptuales que a lo largo de la historia de la fotografía y su desarrollo tecnológico, constituyen los ejes desde los cuales podemos establecer: La naturaleza del medio a que nos referimos y un marco teórico para analizar dentro de los alcances de esta charla, cuales han sido las consecuencias de este arte que nace con la revolución industrial, uno de los primeros que debe aplicar el uso de tecnologías para un propósito estético.

En realidad, la capacidad para abordar actividades artísticas comienza en el momento en que el hombre se encuentra frente a la naturaleza, frente al mundo que puede ver y que se le presenta como algo misterioso, enigmático.

"Es una lucha con esa naturaleza la que el hombre entabla, en primer lugar por su existencia física. Con el arte emprende una lucha por su existencia espiritual."

La obra de arte nunca ha sido entendida como la intención de abarcar la realidad como un todo, esto no es posible, tampoco es posible representar la totalidad de las apariencias. Por el contrario, es la paciente tarea de fijar fragmentariamente los momentos más significativos de la experiencia humana.

Esta era la situación de aquel hombre que en las cavernas de Lascaux y Altamira, que mediante sus dibujos y pinturas en los muros trataba de comprender y sublimar a partir de contenidos simbólicos vinculados a su espiritualidad su lucha por la existencia en el marco de su propia realidad.

Podríamos seguir con los ejemplos a lo largo de la historia. Podríamos detenernos en el Renacimiento, tal vez, donde Leonardo Da Vinci, quien es el Renacimiento mismo y que ha inventado casi todo, También inventó la cámara oscura. El primer paso hacia la fotografía. Pero hoy queremos hablar de fotografía y lo dicho hasta ahora tiene que ver con la representación y la representación tiene que ver con la fotografía.

Veamos una lista del desarrollo de la fotografía hasta el umbral de la etapa digital.

Daguerre - Niepce - Fox Talbot

Niepce 1822 " La mesa puesta" José Nicéforo Niepce
Daguerrotipo 1839, Luis Mande Daguerre
Calotipo o Talbotipo, circa 1839 Henry Fox Talbot
Colodión Húmedo, 1851 Frederick Scott Archer
Ambrotipo, 1858 Marcus A. Root
Melanotipos, Ferrotipos o Tintipos, 1853 Adolphe Martín
Daguerrotipos al Electrotipo, Variante del original
Daguerrotipos Estereoscopicos, " "
Fotografía en Papel, 1865
Cianotipos, 1860 John William Herschel
Negativos de vidrio Albuminzados, 1847 Claude Félix Abel Niepce de St. Victor
Copias en papel a la Albúmina, 1850 Louis Blanquart Evrard
Negativos sobre papel encerado, 1851 Gustavo Le Gray
Tarjetas de visita fotográficas, 1854 Adolphe Disderi
Cabinet-Portrait (Retratos tamaño gabinete)
Fotografías estereoscopicas
Fotominiatuara, fotopintura y fotoacuarelas
Seda fotográfica sensible, 1888
Películas auto-tendidas en marco metálico
Placas flexibles positivas, 1889 "Rolland"
Proceso al tanino, John Russell
Fotominiaturas, fotopintura y fotoacuarela (otras superficies)
Copias positivas al carbón
Placas secas (1874 Liverpool, Richard Maddox y Burgess, Kennett y Bennett)
Películas Fotográficas (1888- Celulosa, Nitrocelulosa y Acetato)

La Fotografìa

La fotografía tiene que ver, en primer lugar, con la realidad sin aditamentos, desnuda. Las imágenes que ella nos brinda y que reconocemos como fotográficas propiamente dichas tienden a mostrarnos la realidad tal como es independientemente de nosotros.

Las características de esas imágenes es su naturaleza efímera, única, que sólo la cámara puede registrar.

Esto resulta en una tendencia a acentuar lo fortuito, lo casual. Que por otra parte es el alimento natural de la instantánea.

La fotografía tiende a evocar la ausencia de límites, el infinito. Por esto es que pone el acento en lo fortuito que representa siempre un fragmento más que una totalidad.

"Una fotografía, sea un retrato o una escena en movimiento, adquiere su carácter solo cuando excluye toda idea de totalidad. Su encuadre constituye un límite provisorio, su contenido está ligado a otros contenidos existentes fuera del encuadre y su estructura indica algo que no puede ser delineado, esto es la existencia física."

Es más. La fotografía separa o encapsula el momento particular del sujeto fotografiado. Corresponde por lo tanto a los receptores de la obra el imaginar qué representan las características y expresiones del sujeto dentro de la estructura de la composición de la imagen. Es como la transmisión de un material en bruto sin definir.

Son múltiples los significados que tienen las fotografías, su visión implica un universo de interpretaciones. "La sabiduría última de la imagen fotográfica es decirnos. Esa es la superficie: Ahora piensen - o mejor sientan, intuyan -que hay más allá. Cómo será la realidad, si esta es su apariencia."

Una fotografía no es solo la coincidencia entre el fotógrafo y el motivo o momento. Es un hecho en si mismo. Y por sus características está vinculado a la idea de distintos momentos de la historia de personas o lugares que valen la pena fotografiarse. Estos se incorporan como un testimonio, fijando más allá de la irreversibilidad del tiempo un sentido de inmortalidad. Es la idea de que a pesar del transcurrir del tiempo y de los hechos, a partir del fotógrafo ese fragmento nos sobrevivirá. Con la fotografía podemos recuperar el acontecimiento cotidiano como dato de la historia. Este nuevo modo de mirar es un nuevo código, un lenguaje que amplia nuestra conciencia en el sentido de que es lo importante que tenemos que mirar.

"En realidad las fotografías son experiencia capturada y la cámara es el arma ideal de la conciencia en su afán adquisitivo. Las imágenes fotográficas suministran hoy la mayoría de los conocimientos que la gente tiene sobre el aspecto del pasado y el alcance del presente.

Las fotografías de los reporteros de guerra, que registran los horrores que en ella suceden, no logran disuadir el continuar con ellas.

Las fotografías no pueden crear una posición moral, pero si consolidarla y también colaborar en su nacimiento.

La industrialización de la tecnología de la cámara sólo cumplió con una promesa inherente a la fotografía desde su origen mismo: democratizar todas las experiencias traduciéndolas en imágenes."

La fotografía como testimonio, sobre todo en el reportero de guerra, deja la epopeya y se aproxima a los sujetos, al acontecimiento.

Roger Fenton, es talvez el primer reportero gráfico de guerra, quién hace más de 100 años tomó 360 fotografías de gran dramatismo, durante la Guerra de Crimea, en placas de vidrio emulsionadas al colodión húmedo. Con el mismo método recordemos a Mathew Brady y su equipo en la Guerra Civil Norteamericana, entre ellos Gardner y O'Sullivan con su famosa "la cosecha de la muerte". Y tantos otros que le siguieron, con otros medios ya más cerca de nuestra época, como el legendario Robert Capa. Desde entonces los materiales sensibles se han desarrollado tecnológicamente para lograr que la captura de las imágenes en situaciones tan dramáticas y de absoluta inmediatez, expresen cabalmente el sentimiento del "momento decisivo".

Pero no nos equivoquemos, el momento decisivo es el acontecimiento y no está vinculado a la velocidad de registro, es un principio conceptual que se refiere a la fotografía misma como medio estético.

"Toda la fotografía, no importa el cuidado en la observación por parte del fotógrafo, o el tiempo empleado en la exposición real, es esencialmente una instantánea; es un intento de penetrar y capturar el único momento estético que se distingue por si mismo entre los miles de composiciones fortuitas, no cristalizadas e insignificantes, que se presentan en el curso del día. El fotógrafo no puede reorganizar su material a su gusto. Debe tomar el mundo como lo encuentra: a lo sumo su modificación se limita a un cambio de posición o una alteración de la dirección y de la intensidad de la luz o en la distancia focal. Debe respetar y entender la luz del sol, la atmósfera, la hora del día, la estación del año, las posibilidades de la cámara, los procedimientos de revelado químico, o de otra naturaleza tecnológica como los digitales, pues el dispositivo mecánico no funciona automáticamente, y los resultados dependen de la correlación exacta del momento estético con los medios físicos apropiados. La técnica subyacente condiciona al medio estético, otorgándole, en este caso a la fotografía con sus propiedades específicas, una naturaleza propia.

Y este arte, entre todas las artes, es quizá el más ampliamente usado y el más disfrutado: el aficionado, el especialista, el fotógrafo de reportaje y el hombre corriente, todos han participado de esta experiencia de abrir los ojos, y en este descubrimiento de ese momento estético que es propiedad común de toda experiencia, en todos sus diferentes niveles desde el sueño sin regla a la acción espontánea y a la idea racional.

La tecnología no ha destruido esta promesa. Por el contrario, con el mayor cuidado, más consciente de las artes de la cámara y con una mayor selectividad en su uso, uno ve en ese empeño el más amplio de los objetivos en toda nuestra cultura. Pues en el fondo de este cuidado debe estar la experiencia directa e inmediata del mismo vivir: debemos ver, sentir, tocar, manipular, cantar, bailar, comunicar directamente antes de que podamos extraer de la cámara algún apoyo ulterior para la vida. Si estamos vacíos antes de empezar, la cámara solo nos dejará más vacíos aún; si somos pasivos e impotentes para empezar, la cámara nos dejará más débiles aún.

La referencia permanente a una estética de la luz. A los contenidos y la responsabilidad del fotógrafo, deben ampararse en los grandes creadores, en su desarrollo a través de la historia y en su valor como memoria de los pueblos."

La comprensión de que la idea de los límites en el arte de la fotografía, está directamente vinculada a la capacidad de ampliación de nuestra propia conciencia, es esencial. La evolución de las tecnologías nos brinda nuevos instrumentos que enriquecen nuestras posibilidades estéticas. Los fotógrafos son los protagonistas del momento estético a partir de este nuevo modo de mirar. Detrás de esta afirmación conceptual aparecen luego las técnicas como guiadas mágicamente, que nos imponen el severo compromiso de manejarlas a la perfección, para expresar nuestras emociones dentro de nuevos límites.

Grandes ejemplos

Mencionemos pues algunos de los grandes creadores a lo largo de la historia, seguramente estamos olvidando a muchos más, vaya si los hay. Pedimos perdón por ello.

Stieglitz, Paul Strand, Tina Modotti, Alejo Grelau, Fenando Paillet, Martín Chambi, Annemarie Heinrich, Yosuf Karsh, Christiano Junior, Alvarez Bravo, Dorotea Lange, Walker Evans, Ansel Adams, Irving Penn, Sara Facio, O. Salzamendi, Luis R. Morilla, Juan Carlos Villarreal, Carlos A. Milanesi, Henri cartier Bresson, Brassai, Edward Weston, Humberto Rivas, Juan Travnik, Adriana Lestido, Richard Avedon, Helmut Newton, Guy Bordain, Sebastiao Salgado, Sarah Moon, etc, etc.

Conservación Preservación Digital y Acceso

"Las fotografías, envejecen atacadas por las enfermedades habituales en los objetos de papel y también en sus soportes originales; pueden desaparecer, volverse valiosas con el tiempo, se compran, se venden, se consultan; se reproducen. Las fotografías tienen una incitación al almacenamiento. La preservación mediante la impresión en libros, revistas o periódicos son una imagen de la imagen, pierden su cualidad esencial."

El desarrollo tecnológico de los medios informáticos y de captura digital nos permite hoy, como una suerte de paradoja, por medio de la conservación, preservación digital en archivos y catalogación por medios informáticos, recuperar a las fotografías del pasado. Para su consulta, para su publicación o para su retorno analógico en película para ser nuevamente ampliadas o copiadas a partir de un negativo, réplica exacta del original.

El Futuro

He aquí la paradoja de la tecnología, hoy podemos recuperar todo el acervo de la historia de la fotografía con los últimos desarrollos digitales, podemos migrarlos a cualquier tecnología futura. Podemos seguir aprendiendo y usando todas las técnicas y los materiales creados a los largo del desarrollo de la fotografía. Los analógicos y los digitales. La Fotografía ha adquirido una verdadera Diversidad Tecnológica y dispone cada vez de más recursos expresivos, pero será siempre ese instante inefable pleno de emoción que lleva al fotógrafo a capturar una imagen siempre única, continuadora de este maravilloso discurso simbólico. Allí es donde reside su plenitud y en donde se afirma, creemos, toda idea sobre su futuro.

Muchas Gracias.



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